La difícil tarea de formar gobierno en Suecia con la ultraderecha como bisagra

El líder del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), Jimmie Åkesson, se dirige a sus partidarios en un restaurante en el centro de Estocolmo tras conocer los resultados de las elecciones de este 9 de septiembre. EFE/EPA/Anders Wiklund
Estocolmo (EuroEFE).- Suecia afronta un incierto panorama político tras las elecciones generales de este domingo, en las que el bloque gubernamental de izquierda y la opositora Alianza de centroderecha obtuvieron casi el mismo resultado, aunque la primera ganó por la mínima, y el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) subió varios puntos y reforzó su papel de árbitro.
Los ultraderechistas, tercera fuerza
La izquierda obtuvo el 40,6 % frente al 40,3 % de la Alianza de centroderecha, unas cifras que trasladadas a escaños situarían al bloque gubernamental con uno más (144 por 143), mientras que el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) sería tercero con el 17,6 % y 62 mandatos, lo que le otorgaría un papel decisivo.
Las autoridades presentarán el miércoles un resultado preliminar actualizado -que no será definitivo hasta el viernes- que incluirá las papeletas del exterior y los votos anticipados enviados por correo en plazo y que no llegaron a los distritos electorales ayer.
En los anteriores comicios de 2014 fueron algo más de 190.000 votos, de los que unos 50.000 correspondieron al voto exterior, en el que los partidos de centroderecha suelen recibir más apoyo que la izquierda, mientras que en el resto no acostumbra a haber grandes variaciones respecto a la tendencia mayoritaria en los comicios.
En el recuento provisional, algo menos de 29.000 votos separan al bloque gubernamental de la Alianza (2.543.097 por 2.514.229).
El voto exterior ha provocado cambios con anterioridad en la distribución de escaños en unas elecciones generales suecas, la última vez en 2010, y posibilitó en 1979 que el centroderecha le diera la vuelta al resultado y se hiciese con el poder.
El Partido Socialdemócrata del primer ministro, Stefan Löfven, ganó los comicios con el 28,4 %, casi tres puntos menos que en 2014, el peor resultado en la historia de la fuerza política que ha ganado todos los comicios en Suecia en el último siglo.
El Partido Moderado (conservador) fue segundo, con el 19,8 %, 3,4 puntos peor, sus cifras más bajas desde 2002.
El SD subió 4,7 puntos y suma cinco elecciones consecutivas aumentando sus votos.
El Partido de Medio Ambiente, socio de los socialdemócratas en el gobierno, bajó 2,4 puntos hasta el 4,3 %; y el Partido de Izquierda, aliado externo del ejecutivo, logró el 7,9 %, 2,2 puntos más.
Los otros tres miembros que conforman la Alianza junto con los conservadores aumentaron su apoyo: el Partido de Centro creció 2,5 puntos y obtuvo el 8,6 %; el Partido Democristiano, 1,8 y el 6,4 %; y el Partido Liberal, el 5,5 %, una décima más.
En comparación con las anteriores elecciones generales de 2004, el bloque gubernamental bajó tres puntos porcentuales y, la Alianza, subió nueve décimas.
Lo apretado del resultado dificulta el pronóstico sobre qué partidos podrían gobernar y con qué apoyos, ya que ni el bloque de izquierda ni la Alianza quieren pactar con el SD.
Löfven, con objetivo de negociar entre todos los partidos "decentes"
Durante una comparecencia pasada la medianoche de este lunes, Löfven aseguró que no tenía pensado dimitir y que, aunque su partido no obtuvo el resultado esperado, ha sido "claramente" el más votado e hizo un llamamiento a enterrar la política de bloques y a negociar entre todos los partidos "decentes", excluyendo al SD.
Löfven, que recordó los vínculos con el nazismo del SD en sus orígenes hace 30 años, habló de resultado "poco claro" y de que es necesario no hacer especulaciones.
El líder del SD, Jimmie Åkesson, había invitado una hora antes al cabeza de lista conservador, Ulf Kristersson, a iniciar conversaciones para formar un nuevo ejecutivo y asegurado que su partido es el auténtico ganador y que está listo para asumir su responsabilidad.
"Estoy preparado para hablar con todos los partidos, pero en especial invito a Ulf Kristersson a discutir cómo gobernar este país de ahora en adelante", dijo en su cuartel electoral Åkesson, quien le recordó que no tiene mayoría y depende de sus votos.
Kristersson, quien compareció media hora después, ignoró el ofrecimiento de Åkesson, pidió la dimisión a Löfven y le llamó a consensuar con él acuerdos cuestiones importantes para facilitar la gobernabilidad.
Kristersson: formar gobierno no será "una tarea fácil"
"Mi ambición ahora es formar un nuevo gobierno que asuma su responsabilidad y que una al país en una situación complicada", afirmó Kristersson, quien admitió que no será "una tarea fácil" y que en las próximas horas tiene pensado iniciar contactos con sus socios en la Alianza.
Pero si Kristersson no es capaz de consensuar algún acuerdo antes con la izquierda, se arriesga a perder una hipotética votación en el Parlamento, que debería efectuarse antes del 8 de octubre, dos semanas después de la constitución del nuevo Parlamento.
El sistema sueco establece que no es necesario tener mayoría absoluta para ser elegido primer ministro; basta con no tener una mayoría en contra.
Por Anxo Lamela (edición: Catalina Guerrero)
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