Trump asume la complejidad y riesgos de la guerra comercial

Un periodista toma imágenes de la rueda de prensa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la rueda de prensa convocada después de su participación en la cumbre de los líderes de la OTAN, el 12 de julio de 2018 en Bruselas. EFE/ Horst Wagner
Washington (EuroEFE).-El presidente estadounidense, Donald Trump, reconoce los riesgos de una guerra comercial con el pacto alcanzado con la Unión Europea (UE) para evitar más medidas arancelarias y la aprobación de subsidios para los agricultores afectados por las represalias de China.
Tras meses de amenazas constantes a sus principales socios comerciales y el rechazo de que su agresivo proteccionismo pudiese conllevar represalias que dañarían la economía de EEUU, el mandatario asume ya la complejidad de estas disputas en un mundo globalizado.
El Departamento de Agricultura anunció el 24 de julio un paquete de subsidios federales de 12.000 millones de dólares destinado al sector agrícola y ganadero.
"El presidente prometió cubrir la espalda de todos los granjeros y ganaderos estadounidenses, y él sabe de la importancia de mantener nuestra economía rural fuerte", señaló el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, en un comunicado.
Perdue remarcó que "es una solución a corto plazo para trabajar en acuerdos comerciales a largo plazo que beneficien a la agricultura y a toda la economía de EEUU."
Ayudas a los agricultores estadounidenses
Poco después, Trump defendía los subsidios al asegurar que China está atacando a los agricultores estadounidenses "de manera despiadada", en referencia a la imposición de aranceles por parte de Pekín en represalia por los gravámenes aplicados en primera instancia por Washington.
El cuantioso paquete de ayuda se destinará principalmente a los productores de soja, a los de leche y a los de carne de cerdo, algunos de los sectores más castigados por las tensiones comerciales con China.
Los granjeros estadounidenses, muchos de ellos votantes de Trump, criticaron la medida al considerarla insuficiente y exigieron el regreso a la mesa de negociación con Pekín.
"Lo que necesitamos son nuestros mercados de regreso", dijo a Efe en conversación telefónica Bill Gordon, tesorero de la Asociación Estadounidense de la Soja (ASA, por sus siglas en inglés) y productor de Minesota.
Gordon alertó de que debido a los aranceles en vigor desde el inicio de julio sobre la soja estadounidense "las dinámicas comerciales están cambiando" y "Brasil y Argentina ya están ampliando su producción para ocupar" la demanda del gigante asiático.
"Cero aranceles"
Un día después, Trump recibía en la Casa Blanca al presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y pactaba una tregua comercial con el compromiso compartido de frenar medidas adicionales y establecer un grupo de trabajo con el objetivo de "cero aranceles".
Aunque el acuerdo es vago en detalles, la UE se comprometió a aumentar las compras de soja y gas estadounidense, mientras EEUU renunciaba a los que se creía casi inminentes aranceles sobre los automóviles europeos.
"Creemos que esa es una gran concesión por parte de EEUU", afirmó J
uncker a los periodistas poco después de la reunión con Trump.
Por contra, el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, evitó describirlo de esa manera al matizar que en realidad se trata de una "reivindicación" de las políticas de Trump.
"Creo que si no hubiésemos impuestos los aranceles de acero y aluminio, y no hubiésemos amenazado con los aranceles al automóvil, nunca habríamos llegado al punto actual. Solo ahora se han mostrado dispuestos a dialogar", apuntó Ross durante un viaje al Medio Oeste junto al mandatario.
Pequeño respiro a los mercados
La suavización de la postura de Trump dio un respiro a los mercados, que se habían mostrado temerosos de los posibles efectos de una escalada en las tensiones comerciales que pudiese poner en peligro el buen ritmo económico mundial.
Los analistas, sin embargo, advirtieron de que dado lo impulsivo del temperamento del presidente estadounidense todo podría cambiar repentinamente.
"Las palabras tienen un peso relativo. Podríamos ver un tuit en 20 minutos que completamente diese la vuelta a estos, pero este pacto - por sí solo - ha sido un signo positivo", indicó Chad Brown, investigador del centro de estudios Peterson Institute for International Economics (PIIE).
En una línea similar se expresó Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien recalcó que la economía global "solo se puede beneficiar cuando los países se implican de manera constructiva en resolver desacuerdos de comercio e inversión sin recurrir a medidas excepcionales".
Por Alfonso Fernández (edición: Catalina Guerrero)
Para saber más:
► Descenso a una guerra comercial global
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► En vigor los aranceles europeos de represalia a EE.UU.