Bruselas (EuroEFE).- Trece países de la Unión Europea (UE) apoyaron este lunes la petición de España de revisar o retirar los recortes propuestos por la Comisión Europea sobre las cuotas de anchoa en el golfo de Cádiz para 2024 y 2025.
Portugal, Italia, Francia, Chipre, Dinamarca, Lituania, Grecia, Irlanda, Malta, Países Bajos, Letonia, Bélgica y Croacia respaldaron los argumentos del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en un debate celebrado durante un Consejo de ministros europeos de Pesca.
Planas reiteró su oposición de forma «clara y terminante» a la propuesta.
«Hace 40 años que me dedico a esto y no he visto una propuesta tan carente de sentido político como la que tenemos ante nosotros», dijo como conclusión final tras su intervención en el debate.
Llevo 40 años en política europea y no he visto una proposición más carente de sentido que la del recorte de #pesca de #anchoa en el Golfo de #Cádiz.
Subdivide la zona y resulta lesivo para la flota. Además de los stocks, también debemos contemplar el impacto económico y social. pic.twitter.com/VjqSHbiDlF
— Luis Planas Puchades (@LuisPlanas) September 23, 2024
Planas dio tres razones para explicar la oposición de España, empezando por el hecho de que Bruselas no haya esperado a tener el informe sobre la situación de la población de anchoa por parte del Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES, por su denominación en inglés), que se conocerá a finales de este mes de septiembre.
Además, criticó que la propuesta subdivida por zonas la anchoa y que Bruselas no tenga en cuenta que, además contemplar el ‘stock’ biológico, hay que considerar las consecuencias económicas y sociales, como dice tanto la Política Pesquera Común como una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE.
El ministro dijo asimismo este lunes que a España le parece «un error» la prohibición de intercambios de cuotas entre países miembros.
Según España, la propuesta de Bruselas supone una reducción de las cuotas que llevaría al cierre de la pesquería prácticamente inmediato y obligaría a la flota a estar amarrada en puerto hasta junio del próximo año.
El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, fue el encargado de explicar en la reunión los argumentos en los que Bruselas se ha basado para proponer un recorte de capturas.
No obstante, aseguró que los recortes, que coinciden se plantean «por buenos motivos» para preservar las reservas a largo plazo y aunque reconoció que las decisiones «van a ser difíciles» para la flota que faena en el golfo de Cádiz, subrayó que hay que actuar «de manera responsable».
También recordó que en el Báltico se han adoptado medidas similares para preservar el futuro de la pesca y que en todo caso, no se puede «aplicar un doble rasero» en unas aguas u otras.
El secretario de Estado de Pesca de Hungría, Zsolt Feldman, cuyo país preside el Consejo de la UE este semestre, dijo al término del debate que todos los países han escuchado «con atención» los argumentos y que hay que «encontrar una solución responsable».
Los trece países, aparte de España, que intervinieron en el debate, respaldaron la petición del ministro Planas, empezando por Portugal, que subrayó su «apoyo incondicional» a lo dicho por España.
«Hay que considerar los tres pilares de la política pesquera común: el ambiental, el económico y tener en consideración el impacto social», defendió la delegación portuguesa.
El ministro italiano de Pesca, Francesco Lollobrigida, explicó que pese a que a su país el tema de la anchoa en el golfo de Cádiz no le afecta, apoya «plenamente» el principio que defienden España y Portugal.
«El sector de la pesca europea ha sido destruido por decisiones que consideramos erróneas. No pensamos que los pescadores destruyan el medio ambiente sino que lo protegen con su actividad», dijo el ministro.
Chipre dijo que lo que se plantea para España «puede tener un impacto importante para las flotas y comunidades costeras de los países afectados», mientras que Lituania apoyó a España y comprendió su preocupación por la propuesta que «no es la primera que prohíbe, sin ofrecer alternativas», y subrayó que los pescadores del Báltico «sufren desde hace años por decisiones de este tipo».
Francia, que también precisó que no tiene un «interés directo» en las reservas de anchoa en el golfo de Cádiz, apoyó el rechazo de España a la propuesta de Bruselas sobre los intercambios de cuotas entre Estados miembros que, según consideró, «pone en tela de juicio una prerrogativa de los Estados miembros».
El ministro de Pesca de Dinamarca, Jacob Jensen, consideró por su parte que «hay que encontrar un equilibrio entre todos lo intereses legítimos» y Grecia llamó a Bruselas a adoptar «una solución al problema» que se plantea para España.
Editado por Sandra Municio