Francia quiere un etiquetado sobre el origen de los ingredientes a imagen del Nutriscore

Francia quiere un etiquetado sobre el origen de los ingredientes a imagen del Nutriscore

La ministra francesa delegada responsable de Consumo y Turismo, Olivia Grégoire, el pasado 12 de febrero de 2024 en París, Francia. EFE/EPA/MOHAMMED BADRA

París (EuroEFE).- El Gobierno francés va a proponer a los industriales y a los grupos de distribución la creación de un etiquetado común de carácter voluntario con los países de origen de los ingredientes de los productos alimentarios, con la idea de trasponerlo en el futuro a toda la Unión Europea.

«Hace falta más transparencia en los productos llamados transformados» y eso significa «dar toda la información al consumidor» sobre la totalidad de los ingredientes que lo componen, explicó la ministra delegada responsable de Consumo y Turismo, Olivia Grégoire.

En una entrevista a la emisora Sud Radio, Grégoire indicó que, siguiendo el ejemplo del Nutriscore, quiere trabajar con los industriales y con los distribuidores para «imaginar un ‘origen-score’ que podamos desplegar en Europa en 2025».

«Hay que decir la verdad -resumió- para que el consumidor tenga clara las cosas y tenga la información. Y al final, el consumidor es el que decide, si quiere y si puede».

Su intención es reunir a los industriales, a los distribuidores y a las asociaciones de consumidores a mediados de marzo para acordar un etiquetado común, con la idea de que si el sistema es muy ampliamente adoptado eso puede tener consecuencias en la composición de los productos transformados y favorecer la utilización de materias primas de origen francés.

Esa idea se asienta en lo que ha ocurrido con el Nutriscore, que ofrece calificaciones visibles mediante letras y colores en función de la calidad nutritiva de los ingredientes, y que ha llevado a muchos industriales a cambiar la receta para conseguir mejorar la nota de sus productos.

Y eso gracias a que los fabricantes han aceptado aplicar el Nutriscore a un 60 % de sus referentes de alimentos.

De igual manera, el Gobierno francés confía en que al precisarse el país de origen de los ingredientes, la preferencia de los consumidores por los alimentos nacionales conduciría a esos fabricantes a introducir más de esos alimentos, en lugar de dar prioridad únicamente a los precios más bajos.

Según el gabinete de Grégoire, el sistema de etiquetado tiene que ser simple y, si es posible, debería poderse poner en práctica rápidamente, quizás este mismo verano.

Así Francia podría llevarlo a la mesa de negociaciones de la Unión Europea, que debe revisar las reglas de etiquetado en el segundo semestre de 2024 o en el primero de 2025.

El gabinete de la ministra insistió en que no se quiere hacer «un juicio moral» sobre el origen de los productos, sino que se quieren presentar «de forma objetiva».

Pero a una pregunta sobre si se plantea una categorización de mejor a peor en función de si un producto es de origen francés, europeo o extraeuropeo, la respuesta fue que se va a discutir con las partes.

Editado por Sandra Municio