El Consejo de Europa envía un mensaje de unidad con Ucrania

El Consejo de Europa envía un mensaje de unidad con Ucrania

Foto de familia de los jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa reunidos este martes en Reikiavik. EFE/EPA/ANTHONY ANEX

Copenhague (EuroEFE).- La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Europa (CdE) envió este martes en su sesión inaugural un mensaje de unidad con Ucrania y pidió apoyo a la creación de un registro de daños provocados por la intervención militar rusa.

Ambas cuestiones centraron las intervenciones de la decena de líderes que hablaron desde el estrado en la primera de las dos jornadas que reúnen en Reikiavik a los representantes de los 46 países del CdE y que tienen como objetivo central avanzar en la exigencia de responsabilidades vinculadas a la guerra en Ucrania.

«Sólo la justicia puede fundar una paz verdadera en Ucrania, una paz justa«, dijo la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien habló de apoyar a ese país «tanto tiempo como sea necesario».

 

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, incidió también en mantener el respaldo «inquebrantable» a Ucrania y aseguró que, desde el comienzo del conflicto, el Consejo ha documentado numerosos crímenes de guerra en forma de violaciones o deportaciones de menores, que reclamó sean devueltos de forma «inmediata».

«Llamo a todos los Estados a firmar el registro (de daños) y a que desempeñen un papel activo», afirmó Macron.

Ese registro desempeña un papel «central» en la rendición de cuentas futura del conflicto, defendió el canciller alemán, Olaf Scholz, quien se mostró partidario también de conservar el contacto con la oposición en Rusia y en Bielorrusia con vistas al futuro.

«Ahora parece inimaginable, pero un día la guerra terminará y una cosa es segura, no terminará con la victoria del imperialismo de (el presidente ruso, Vladímir) Putin», dijo.

El presidente de Polonia, Andrzej Duda, acusó a Rusia de atacar los «valores» europeos y consideró una obligación «común» apoyar el registro de daños, que considera «una condición previa para la paz y la estabilidad en el futuro».

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, llamó a garantizar que Ucrania «tenga un futuro de integridad y democracia, el futuro europeo que merece», un proceso en el que ve crucial la rendición de cuentas por los crímenes de guerra.

Su homólogo británico, Rishi Sunak, incidió en la necesidad de hacer «retroceder» a Rusia, exigiendo responsabilidades y apoyando a Ucrania, aunque dedicó también parte de su intervención a apuntar a la «amenaza» que para Europa constituye la inmigración ilegal.

En declaraciones a su llegada a la cumbre, Sunak había defendido la necesidad de reformar el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para hacerlo más «transparente», después de que la corte bloqueara deportaciones a Ruanda de solicitantes de asilo desde el Reino Unido.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, agradeció, por su parte, en una intervención virtual desde Kiev a los países que han apoyado a Ucrania con armas y habló de «resultado histórico» en referencia al supuesto derribo hoy de todos los misiles enviados por Rusia, incluidos seis supersónicos Kinzhal.

«Hace un año no éramos capaces de derribar la mayoría de los misiles terroristas, en particular los balísticos. Y pregunto, si somos capaces de hacer esto ahora, ¿hay algo que no podamos hacer si estamos unidos y determinados a salvar vidas?», declaró.

Zelenski pidió, no obstante, más sistemas de defensa aérea a sus aliados occidentales, así como aviones, que está seguro Ucrania acabará recibiendo también.

La cumbre de Reikiavik, la cuarta en los 73 años de historia del Consejo de Europa y la primera desde la de Varsovia en 2005, fue convocada a finales del año pasado a partir de un informe previo elaborado por un grupo de reflexión de alto nivel con recomendaciones para afrontar los retos de la guerra en Ucrania.

El Consejo de Europa ha condenado desde su inicio en febrero de 2022 la intervención rusa en Ucrania, que define como «una agresión injustificada y no provocada», lo que provocó un mes después la exclusión de Rusia de la organización.

Tras la sesión inaugural de la cumbre -en la que España está representada por su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares-, estaba prevista la celebración de una mesa redonda y una cena de trabajo centrada en Ucrania, así como una nueva reunión que clausurará mañana, miércoles, la cita.

Aparte de la guerra, en la agenda figuran otras cuestiones como la promoción de la democracia interna y los nuevos retos vinculados con los derechos humanos, el medioambiente, la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico.

Editado por M.Moya y M.Burgués