París (EuroEFE).- La Comisión de Venecia del Consejo de Europa considera que el procedimiento de reforma de la Constitución de Chile «se ajusta a los estándares» democráticos y que su éxito dependerá de «la posibilidad de alcanzar un amplio consenso entre las fuerzas políticas y entre la población».
En una opinión elaborada a petición del Senado de Chile divulgada este lunes por el Consejo de Europa, el grupo de expertos en derecho constitucional «ve con satisfacción la aprobación consensuada» del anteproyecto de Carta Magna.
Pero sobre todo, «subraya la absoluta importancia de alcanzar un amplio acuerdo también en el seno del Consejo Constitucional, como órgano representativo del pueblo chileno».
Ese «espíritu de compromiso -añade-, tanto de la mayoría política como de las fuerzas minoritarias de la oposición, debería seguir guiando los próximos pasos en aras del bien común y de la voluntad del pueblo de Chile en su conjunto».
Una delegación de la Comisión de Venecia se trasladó a Chile del 24 al 26 de septiembre tras la petición del presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, para que elaborara una opinión con respuesta a una serie de preguntas que habían planteado miembros de la cámara alta.
Esa opinión, adoptada la pasada semana, se ha elaborado teniendo en cuenta que todavía no hay un texto definitivo del proyecto de nueva Constitución.
Por eso, los expertos constitucionalistas del consejo de Europa señalan que sus respuestas «no pueden ser sino más bien generales y de alcance limitado».
Hacen hincapié en que «el complejísimo diseño de este proceso constituyente aprobado por un amplio consenso de las fuerzas políticas ha de valorarse a la luz de la experiencia de la anterior Convención Constituyente» que «estaba desconectado del Congreso», de forma que el referéndum final «fue el único y definitivo poder de supervisión».
En ese plebiscito, un 62 % de los votantes se pronunciaron en contra (un 38 % a favor), lo que supuso un serio revés al presidente izquierdista, Gabriel Boric, defensor del llamado «Acuerdo por la paz social», en el que se había decidido la elección de una Convención Constitucional para apaciguar al país tras los disturbios de finales de 2019.
Frente al fiasco que supuso ese resultado, la Comisión de Venecia reconoce que el establecimiento de tres órganos separados e interconectados para el nuevo proceso constitucional, aunque «no es actualmente la forma más común de preparar una constitución, es aceptable desde el punto de vista de las normas democráticas».
«A diferencia de la experiencia de 2022, -explica- el proceso actual combina por un lado la experiencia y el enfoque técnico de la Comisión Experta», nombrada por miembros del Congreso de todos los partidos, y por otra «la legitimidad democrática» del Consejo Constitucional, que es competente para la discusión política.
Los ciudadanos y la sociedad civil, además, han sido invitados a participar, y finalmente será el pueblo chileno el que deberá aprobar la nueva Constitución propuesta en un referéndum obligatorio comentan los expertos.
Editado por Sandra Municio