Bruselas (EuroEFE).- Las encuestas auguran un aumento seguro de la extrema derecha en la configuración del próximo Parlamento Europeo, una posibilidad que, según el presidente del Comité Económico y Social, Oliver Röpke, «obligará» a los partidos proeuropeos a mostrar un «compromiso claro por una Europa fuerte».
«Estas elecciones llegan en un momento realmente crítico para Europa y para la democracia. Podemos ver tanto a nivel mundial como en Europa que la democracia está realmente en juego en muchos países», alerta Röpke en una entrevista con EFE, en la que asegura que espera «más polarización» y pide «no transigir ni hacer concesiones» a la extrema derecha.
Aumento de la extrema derecha
Según el agregador de encuestas de EuropeElects, en estas elecciones al Parlamento Europeo, que culminan este domingo, los partidos más conservadores y de extrema derecha, agrupados en dos grupos políticos, los Conservadores y Reformistas (ECR) e Identidad y Democracia (ID), podrían sumar 133 escaños.
Si se añade a la ecuación el grupo ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), que fue expulsado de ID a causa de los escándalos en los que se vio envuelto su cabeza de lista, las fuerzas más populistas de derechas podrían llegar a sumar 148 escaños de 720, es decir, un 20,5 % del peso en el hemiciclo.
Ante este aumento, muchos temen que la «gran coalición» de populares, socialistas y liberales se rompa: «Si los partidos están cambiando, podemos discutir un nuevo enfoque, pero los movimientos que no respetan los valores europeos, los derechos fundamentales ni el Estado de derecho, nunca deben ser socios y nunca deben estar en el poder a nivel europeo», dice Röpke.
El presidente del CESE -órgano encargado de trasladar las opiniones de la sociedad civil, patronales y sindicatos al resto de instituciones de la UE- habla de una situación «más volátil» en muchos países del club comunitario, ya que, incide, «ya no es un hecho que la gente vote a su partido preferido».
Röpke considera que es un «peligro» que estas voces populistas -que en muchas ocasiones «se benefician» de estrategias que pasan por «la desinformación» y la «manipulación de la información»-, lleguen a la Eurocámara.
Las encuestas también muestran un aumento de la popularidad de estos partidos entre los más jóvenes, incluso entre aquellos que votan por primera vez en estas elecciones europeas.
«Lo que está ocurriendo entre los jóvenes es en realidad una polarización como la que vemos en toda la sociedad. Muchos jóvenes están comprometidos y quieren luchar contra el cambio climático y por una mayor inclusión social (…), pero no son inmunes a las tendencias de extrema derecha», explica Röpke.
«Esto es preocupante, pero no hay nada que reprochar a los jóvenes (…). Deberíamos redoblar nuestros esfuerzos para trabajar con ellos y para implicarlos en nuestro trabajo», añade.
Prioridades para la próxima legislatura
Para la próxima legislatura, que arrancará a mediados de julio, Röpke considera prioritario reforzar los valores fundamentales europeos: «No podemos transigir en esto, en el Estado de derecho, los derechos fundamentales y en el diálogo civil y social».
También plantea la cuestión de la seguridad en Europa, dada la guerra en Ucrania, la competitividad de la Unión y el avance en los objetivos de desarrollo sostenible.
Sin embargo, apunta: «Un aumento de los partidos de extrema derecha y populistas no es un buen mensaje para una Europa sostenible, social y competitiva». Röpke recuerda que estos grupos han votado en contra de las regulaciones y de los avances sociales, como ha sido el caso de la directiva sobre el trabajo en plataformas, el salario mínimo o la diligencia debida para las cadenas de suministro.
Por ello, pide a los partidos que componen la gran coalición en el Parlamento (el Partido Popular Europeo, la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas y los liberales de Renovar Europa) «despertar» para lograr una «mayoría proeuropea» que no sólo aborde cuestiones relacionadas con la defensa y la seguridad, sino también la agenda social.
«Creo que en todos los partidos democráticos debe sonar la alarma de que tienen que trabajar juntos (…). No podemos permitirnos desatender las verdaderas preocupaciones de la gente. Así que esta debería ser la llamada de atención: Por favor, no abandonen el Pilar Europeo de Derechos Sociales», dice el presidente del CESE.
Tras una legislatura marcada por la adopción de un gran número de normativas, en gran medida por el impacto de la pandemia de Covid-19 y la guerra de Ucrania, Röpke pide no bajar el ritmo: «No podemos permitirnos ser pasivos», dice, al tiempo que aboga por mejorar la legislación y por impulsar una reglamentación «más inteligente».
Editado por Sandra Municio