Madrid (EuroEFE).- Las mujeres nominadas hasta ahora para integrar la Comisión Europea en la próxima legislatura se cuentan con los dedos de una mano, lo que podría poner en riesgo el objetivo de Ursula von der Leyen de lograr un equilibrio de género en el Ejecutivo comunitario, una meta que sí alcanzó durante su primer mandato.
A falta de que una decena de países anuncien sus candidatos a ocupar uno de los veintisiete puestos de la Comisión, solo hay cinco mujeres entre los aspirantes nominados hasta ahora -o seis, si se cuenta a la propia Von der Leyen.
Eso complica las cosas para la política alemana, que ha expresado su intención de contar con «una paridad entre hombres y mujeres» en el equipo de su segundo mandato, tal y como consiguió en el primero, con 12 comisarias (13 contándola a ella misma) y 14 comisarios.
«Ella es la primera presidenta (de la Comisión Europea) que ha conseguido esa paridad de género. Con (Jean-Claude) Juncker y con (José Manuel Durão) Barroso, solo un tercio de los comisarios fueron mujeres», dijo Sophia Russack, investigadora experta en el Ejecutivo comunitario en el Centre for European Policy Studies (CEPS), en una entrevista con EuroEFE.
Una petición desatendida
Para intentar repetir ese hito en su segundo mandato, que comenzará en noviembre y se extenderá hasta finales de 2029, Von der Leyen ha pedido a cada país miembro que le envíe dos candidatos, un hombre y una mujer, con la idea de configurar ella misma un equipo equilibrado en cuanto al género.
Pero los Estados miembros no están cumpliendo con esa solicitud, a juzgar por los anuncios de las últimas semanas de los distintos líderes, que tienen como máximo hasta el 30 de agosto para designar a sus candidatos a la Comisión.
El Tratado de la UE no obliga a los Estados a presentar más de un candidato a la Comisión, y es probable que muchos Gobiernos hayan querido asegurar el tiro para su nominado o nominada, cuyo perfil público suele ser notable.
«Para lograr la paridad de género, se necesita voluntad política«, subrayó Russack, que es experta en el funcionamiento de la Comisión Europea.
«A menudo es más fácil encontrar personal masculino que femenino, especialmente en algunos Estados miembros, y muchos de ellos no están dispuestos a hacer ese esfuerzo político (para nominar también a una mujer)», añadió.
Eso no significa que haya que dar por perdido el equilibrio de género en la futura Comisión, matizó la experta, porque es muy probable que Von der Leyen esté negociando con los Estados miembros que todavía no han anunciado su decisión, y podría incluso presionarles con otorgarles una cartera de menor perfil si no le envían un nombre femenino.
«Si de los diez (países que aún no han nominado a su comisario), siete deciden enviar a una mujer, habrá paridad de género«, recalcó.
Von der Leyen tiene previsto empezar a entrevistar a los candidatos a mediados o finales de agosto, para anunciar su equipo a mediados de septiembre: a finales de ese mes o principios de octubre tendrán lugar las audiencias de confirmación de todos ellos, y se espera que el Parlamento Europeo apruebe sus nombramientos antes de que acabe el año.
España, entre los países que apuestan por una mujer
Cada uno de los veintisiete Estados miembros de la Unión Europea (UE) tiene derecho a contar con un comisario en Bruselas, y por ahora, sólo está asegurado el asiento de Alemania para Von der Leyen, que fue reelegida en julio como presidenta de la Comisión durante cinco años más, después de obtener el visto bueno de los jefes de Estado y Gobierno.
También está prácticamente garantizado el puesto de Estonia, cuya ex primera ministra Kaja Kallas fue nominada en junio por los líderes europeos para ser la próxima alta representante para la Política Exterior de la UE, el puesto que ahora ocupa Josep Borrell; y aunque aún debe obtener la luz verde del Parlamento Europeo, no se esperan sorpresas al respecto.
Las otras cuatro mujeres candidatas por ahora son, por parte de España, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; por parte de Croacia, la actual vicepresidenta de la CE para Democracia y Demografía, Dubravka Suica; en el caso de Finlandia, la eurodiputada y exministra Henna Virkkunen; y en el de Suecia, la actual ministra de Asuntos Europeos, Jessika Roswall.
Otros 11 Estados miembros han nominado a hombres, y los nombres que se barajan en los países que aún no han tomado una decisión son mayoritariamente masculinos.
Más allá de tener en cuenta el equilibrio de género, Von der Leyen deberá decidir qué competencias otorgar a cada comisario y a cuáles convertir en vicepresidentes, un tema delicado dados los múltiples países que desean carteras importantes, como las económicas.
¿Y si no hay paridad de género?
Para Helene Banner, una experta en liderazgo femenino que en 2019 formó parte del equipo de transición que asesoró a Von der Leyen antes de convertirse en la primera mujer al frente de la Comisión Europea, la cuestión de la paridad de género en el Ejecutivo europeo no es meramente un asunto de imagen o una competencia de «hombres contra mujeres».
«Una representación igualitaria genera mejores decisiones, más equilibradas e innovadoras, y eso es algo que necesitamos urgentemente, dados los retos que enfrentamos. Tanto la resolución de conflictos como el futuro de la inteligencia artificial o la sostenibilidad económica (de la UE) son temas que requerirán ideas diversas desde perspectivas diferentes», aseguró Banner a EuroEFE.
«Cuando ‘normalizamos’ el hecho de escuchar voces más diversas en la toma de decisiones, muchas más personas se sienten representadas y alentadas a desarrollar también todo su potencial», explicó.
«Creo que todavía puede (haber paridad), pero depende de si es algo que ella desea realmente, y si está preparada para luchar por ello con varios de los Estados miembros», concluyó.
Con información e infografía de Euractiv.