La ampliación de la UE es un imperativo geoestratégico

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Ministro de Exteriores portugués La ampliación de la UE es un imperativo geoestratégico

Paulo Rangel, ministro de Estado y de Asuntos Exteriores de Portugal, en una imagen cedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores portugués. EFE/Ministerio de Asuntos Exteriores portugués

Cuando, en mayo de 2019, casi doscientos millones de ciudadanos europeos depositaron su voto en las urnas (de las elecciones europeas), nadie –o casi nadie– podría haber previsto los cinco años que siguieron. Cinco años que parecieron más un regreso al pasado: una pandemia, sin precedentes desde la Gripe Española, y una invasión a gran escala de un país europeo.

Rápidamente surgieron nuevos argumentos para dar crédito a la tesis de que Europa avanza de crisis en crisis. La pandemia obtuvo una respuesta veloz y común, con la adquisición de vacunas y la creación de NextGenerationEU. Y fue testigo de la determinación de la Unión y de sus Estados miembro al apoyar la defensa y la independencia de un pueblo soberano, ante la invasión rusa de Ucrania.

Nadie podrá, pues, adivinar lo que traerán los próximos cinco años. Pero podemos –y debemos– esperar lo inesperado. Y preparar a la Unión Europea para lidiar con las crisis previsibles que todavía vivimos y con las imprevisibles que viviremos, dotándola de mecanismos y de un presupuesto adecuado. Es necesario proporcionar la previsibilidad indispensable a la buena aplicación de los fondos europeos y la flexibilidad necesaria para una respuesta rápida y eficaz a las crisis que surgirán. Tal vez esta haya sido la lección más importante que podemos obtener de los últimos cinco años.

Los próximos meses establecerán un nuevo ciclo político en la Unión Europea. Un Parlamento que tendrá que colegislar sobre asuntos importantes –de defensa, de la transición ecológica, de las tecnologías emergentes; una nueva Comisión, que tendrá que ser capaz de presentar propuestas legislativas para una Europa cambiante y acompañar las negociaciones de adhesión con los países candidatos; y un Consejo que tendrá que alcanzar difíciles consensos y compromisos a 27. Todo esto será resultado de la voluntad democrática de los ciudadanos europeos. Y todo esto nos lleva a contemplar el futuro de la Unión, el gran tema de la próxima legislatura. La ampliación al este, y a los Balcanes Occidentales, es un imperativo geoestratégico, que implicará reformas de ambas partes.

Este momento electoral debe llevarnos a mirar más allá de nuestra vecindad, al exterior y aGuerr los desafíos que ahí enfrentamos. Al este, la guerra en Ucrania y la amenaza al orden internacional basado en reglas; al sudeste, el conflicto en Gaza y una catástrofe humanitaria; y al sur, una latitud a veces olvidada, las crisis en el Sahel y sus consecuencias particularmente agudas para los países del sur de Europa. La Unión Europea tiene aquí un papel fundamental. Tenemos que garantizar un continuo apoyo político, humanitario, financiero y militar a Ucrania, promoviendo su adhesión; debemos asegurar la ayuda humanitaria urgente a Gaza y hacer todo para alcanzar un alto al fuego inmediato, y apoyar a nuestros socios africanos en la erradicación de la amenaza yihadista y la consolidación de la presencia del Estado y de la buena gobernanza a lo largo de la franja saheliana.

Pero también debemos mirar a Occidente y al Atlántico. Este nuestro espacio privilegiado es cuna de asociaciones de larga data con el Reino Unido, con los Estados Unidos de América y con Canadá, en materia política, económica y militar. La relación transatlántica es, para una mayoría de los Estados miembro, garante fundamental de seguridad, y las costas de este océano, de Norte a Sur, ofrecen innumerables oportunidades para la Unión Europea, para sus ciudadanos y sus economías. Es importante, desde este momento y para destacar un ejemplo relevante, concluir el Acuerdo UE-Mercosur.

Centenares de millones de ciudadanos europeos podrán expresar su voluntad y verla representada en el Parlamento Europeo. En cuestiones internas como externas, en lo que se refiere a la economía, competitividad, medioambiente, innovación, energía o los desafíos geopolíticos, asuntos que nos tocan a todos individual y colectivamente, la Unión Europea tiene un papel central. Los próximos cinco años comienzan ahora.

Paulo Rangel es Ministro de Estado y de Asuntos Exteriores de Portugal.

Editado por Lucía Leal


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