Madrid (EuroEFE).- El Gobierno español ha rechazado este martes la opa presentada por el grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) sobre el constructor ferroviario Talgo alegando riesgos «insalvables» para la protección de los intereses estratégicos y de la seguridad nacional de España, ha explicado en una nota el Ministerio de Economía.
Esta autorización fue solicitada por el inversor como requisito legal previo para la ejecución de la opa por el 100 % de Talgo -que suponía valorar la compañía en 620 millones de euros (unos 692 millones de dólares)- «y, por consiguiente, no podrá tener lugar», ha añadido Economía.
La decisión, adoptada en la reunión del Consejo de Ministros de este martes, se produce después de que la Junta de Inversiones Exteriores -un órgano en el que participan diversos ministerios, pilotado por el Ministerio de Economía- considerara que la compra de Talgo por el grupo húngaro conllevaría riesgos «insalvables» para garantizar la seguridad nacional y el orden público.
La decisión ha sido avanzada esta mañana por el diario vasco El Correo y poco después de mediodía la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el regulador bursátil español, ha suspendido la cotización de la compañía ferroviaria a la espera de recibir comunicación oficial sobre la operación.
El Ministerio de Economía ha agregado que el rechazo a la operación se produce en aplicación de la normativa sobre control de inversiones exteriores y con pleno respeto al Derecho comunitario y las competencias de la Unión Europea sobre inversiones extranjeras directas, protección del mercado interior y la libre circulación de capitales.
Según la nota, el marco normativo español es «equilibrado y referencia a nivel internacional» al compatibilizar la atracción de inversiones y la defensa de los intereses nacionales.
Para el Gobierno, Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España.
La opa sobre el 100 % de Talgo presentada por el consorcio húngaro ofrecía 5 euros (5,58 dólares) por acción. Los accionistas del fabricante español respaldaban la operación.
Editado por Sandra Municio