Bari (Italia) (EuroEFE).- La Unión Europea (UE) no participa por ahora como prestamista en el crédito de 50.000 millones de dólares a Ucrania financiado con los beneficios de los activos rusos congelados acordado en la cumbre del G7 que finalizó este sábado en Apulia (sur de Italia), según la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
El crédito correrá a cargo de «Estados Unidos, después Canadá y el Reino Unido y probablemente Japón, de forma compatible con sus límites constitucionales», explicó Meloni en la rueda de prensa final de la reunión de las siete mayores economías del mundo, que se celebró entre este jueves y el sábado en el lujoso hotel de Borgo Egnazia.
«Por el momento, las naciones europeas no intervienen en este préstamo porque los activos están todos inmovilizados en Europa y, por tanto, Europa ya está contribuyendo, identificando un mecanismo de garantía«, explicó, antes de añadir que aún quedan «detalles técnicos por definir».
Al termine dei lavori del #G7, la conferenza stampa della Presidenza Italiana. https://t.co/t7CeaQCkA4
— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) June 15, 2024
Un alto funcionario estadounidense aseguró este viernes a la prensa que la UE podría hacerse cargo de la mitad del préstamo, tras superar algunos trámites burocráticos.
Estados Unidos ya se ha comprometido a aportar 50.000 millones de dólares (46.000 millones de euros) a ese fondo para Ucrania, que serán entregados a Kiev este mismo año para ayudar a reconstruir el país y comprar armamento.
Cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos, la UE y sus aliados inmovilizaron 260.000 millones de euros de fondos del banco central ruso en todo el mundo, la mayor parte en entidades financieras de la Unión Europea, sobre todo en el depósito de valores Euroclear en Bélgica.
Esos 260.000 millones de euros de activos rusos congelados generan unos 3.000 millones de euros al año en beneficios, pero esta cantidad es insuficiente para mantener a flote a Kiev, ya que únicamente cubriría las necesidades de financiación del Ejecutivo ucraniano durante un mes.
Por ello, el G7 ha decidido utilizar los intereses futuros como aval para financiar la reconstrucción de Ucrania y la compra de armamento, entre otras necesidades, con los beneficios que generan los activos rusos mientras están inmovilizados en esos diferentes bancos.
Según los últimos datos del Banco Mundial, publicados en febrero, Ucrania necesitará al menos 486.000 millones de dólares en la próxima década para recuperarse de la guerra.
Los próximos pasos
La realidad política para hacer funcionar el préstamo acordado por el G7 es complicada, porque los 27 miembros de la UE tienen que votar cada seis meses de manera unánime para renovar las sanciones por las que se inmovilizan los fondos rusos, y Hungría -principal aliado de Moscú en la UE- podría votar en contra, desmantelando todo.
Por eso, para garantizar que el préstamo salga adelante, la idea es que la UE respalde ese pacto del G7, renovando el régimen de sanciones sobre Rusia, detalló esta semana un funcionario estadounidense.
Posteriormente, se redactarán los contratos necesarios entre los prestamistas (Estados Unidos y otros), Ucrania como receptora y las organizaciones intermediarias, y después se acordará un calendario de desembolsos para garantizar que se puedan atender las necesidades de Ucrania.
Editado por Lucía Leal