Las campeonas del mundo: «La próxima Alexia está ahí fuera y quiere una oportunidad»

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La presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola (c), posa con una camiseta con su nombre junto con las jugadoras Ivana Andrés (d) y Alba Redondo (i) de la selección española de fútbol femenino este martes en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia. EFE/EPA/RONALD WITTEK

Estrasburgo (Francia) (EuroEFE).- Las jugadoras de la selección española de fútbol femenino Ivana Andrés y Alba Redondo llevaron este martes el trofeo que las acredita como campeonas del mundo ante el Parlamento Europeo y pidieron darle una oportunidad a las futuras Alexia Putellas o Aitana Bonmatí, que «están ahí fuera» y necesitan referentes femeninos en el deporte.

 

 

Con sus medallas de campeonas al cuello, Andrés y Redondo colocaron la copa del mundo lograda el pasado verano ante el hemiciclo europeo con una ovación cerrada de los eurodiputados, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y la vicepresidenta de la Comisión Europea para Valores y Transparencia, Vera Jourová.

«La próxima Alexia Putellas está ahí fuera. La próxima Aitana Bonmatí está ahí fuera. La próxima (Kadidiatou) Diani está ahí fuera. Ellas solo quieren una oportunidad y debemos dársela», pidió Andrés ante un hemiciclo que celebró con aplausos que, como dijo la jugadora, las niñas cada vez tengan más referentes en el deporte femenino.

«Creemos que estamos en el buen camino, pero somos ambiciosas. Las niñas del mundo entero ya no quieren ser sólo como Beckham, Mbappé o Cristiano Ronaldo. Quieren ser como Alexia Putellas, Ada Hegerberg, Pernille Harder o Alexandra Popp», añadió Andrés, que milita en el Real Madrid.

La capitana de la selección española durante el pasado Mundial insistió en que el deporte es «una herramienta única capaz de transformar a las personas, de reeducar y de hacerlas pensar de una manera más justa e igualitaria».

«El deporte emociona, transforma y educa. Debemos saber utilizarlo correctamente. Debemos dar a las niñas del mundo entero referentes femeninos en los que puedan verse reflejadas: mujeres que las inspiren, que las emocionen y que las permitan en los momentos difíciles, tanto personales como profesionales, no rendirse y seguir hacia adelante», incidió Andrés.

Alba Redondo (Levante Unión Deportiva), por su parte, se declaró orgullosa de estar en la Eurocámara en representación no sólo de la selección «sino también de todas las jugadoras, de nuestras compañeras, de nuestras amigas, de todas las mujeres cuya pasión es el deporte, el fútbol y que luchan con orgullo día a día por conseguir su sueño».

«Estamos hoy aquí en el mejor escenario posible, en el corazón de Europa, por lo conseguido en los últimos años, pero por lo que debemos estar hoy aquí realmente no es el por el pasado, sino por el futuro. Debemos construir un mejor futuro, una sociedad más justa, igualitaria y solidaria. Ese camino debemos impulsarlo de la mano y pasa, como casi con cualquier otra cosa, por la educación», pidió Redondo.

Las jugadoras, recientes ganadoras también de la Liga de Naciones, aprovecharon su visita para regalar una camiseta con el número 27 de la selección española a la presidenta de la Eurocámara, quien celebró haberlas visto, junto a sus compañeras, «romper estereotipos, marcar goles y, nunca mejor dicho, alcanzar sus objetivos» (goals, en su traducción en inglés).

«Su victoria es un recordatorio de que nada puede detener el camino hacia el progreso, hacia el éxito. Trabajo, ambición y determinación son cualidades que ayudan a superar cualquier obstáculo», dijo Metsola, que pidió no obstante a los eurodiputados que ayuden a «cambiar el chip» de la sociedad para que sea «más fácil para las mujeres superar los obstáculos injustos en su camino».

 

 

En el debate entre los eurodiputados después de que hablaran las jugadoras, la mayoría de las intervenciones subrayaron la gesta de las jugadoras españolas el pasado verano y celebraron los avances en los derechos en las mujeres, incluyendo a la jefa de los socialistas europeos, Iratxe García, que se permitió, en sus palabras, «un momento patriótico» por la selección.

La única excepción fue la eurodiputada ultraderechista alemana Christine Anderson, cuya intervención sobre cómo en su opinión las mujeres trans no son mujeres se encontró con el rechazo y los silbidos de la mayoría del hemiciclo.

Editado por Sandra Municio