Roma (Euractiv / EuroEFE).- Italia redobla la presión sobre Bruselas para que el bloque comunitario revise lo antes posible la prohibición de los vehículos con motores de combustión, que afecta de lleno a la potente industria del automóvil italiana.
Como primer paso en esa «batalla» ante la UE, Roma presentará este miércoles en el marco de una reunión ministerial en Bruselas una propuesta que busca adelantar al primer semestre de 2025 la revisión de la prohibición de los vehículos con motor de combustión en la UE para 2035, prevista actualmente para 2026, según anunció el ministro italiano de Empresa, Adolfo Urso.
Tras presentar el pasado viernes el plan a las asociaciones industriales y los principales sindicatos italianos, el Ministerio confirmó que Urso entregará el documento a sus colegas de cartera durante una reunión informal sobre el sector del automóvil organizada por la Presidencia húngara de la UE, y un día después hará lo propio en la reunión del Consejo de Competitividad.
El plan de Urso persigue adelantar la revisión de la prohibición de nuevos vehículos con motor de combustión de su plazo actual de 2026 para responder a las preocupaciones sobre el impacto que tendrá esa transición en la potente industria italiana (y Europea) del automóvil y en los trabajadores del sector.
«Presentaremos a la UE una propuesta italiana muy sensata, que consiste en adelantar la cláusula de revisión ya incluida en el reglamento sobre vehículos ligeros para finales de 2026», declaró Urso el pasado viernes
Ampliar la vida útil de los motores de combustión
«Ello podría implicar, por ejemplo, la ampliación de la vida útil de los motores de combustión, la adopción de la neutralidad tecnológica o el fomento de los biocombustibles para los años posteriores a 2035», añadió el alto funcionario.
La normativa de la UE actualmente en vigor exige la eliminación de las emisiones de CO2 de los vehículos ligeros nuevos, incluidos turismos y furgonetas, para 2035. A partir de esa fecha, no se permitirá la comercialización de nuevos vehículos de gasolina o diésel en el mercado europeo.
En el marco del Foro de Cernobbio celebrado hace dos semanas, Urso subrayó la urgencia de su propuesta, tras asegurar que adelantar la revisión a 2025 es «imprescindible» y debía ser «la primera cuestión que abordara la (nueva) Comisión Europea».
Is Europe's plan to ban the sale of new combustion engine cars by 2035 in danger?🧯🔥
Our climate campaigner Lorelei unveils the truth behind the @EPP's efforts to weaken and reverse the Green Deal promise
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— Greenpeace EU (@GreenpeaceEU) July 4, 2024
También subrayó la necesidad de aportar certidumbre a las empresas del sector y a los trabajadores.
En ese sentido, Urso citó el anuncio reciente del cierre de dos fábricas de automóviles en Alemania, otra de las potencias europeas en el sector.
«Si queremos evitar que los trabajadores tomen las calles de las capitales europeas, como han hecho recientemente los agricultores (en contra de las medidas burocráticas de la PAC), tenemos que tomar decisiones ya. Esperar dos años más en la incertidumbre no es una opción», advirtió Urso.
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Editado por Fernando Heller