Quito (EuroEFE).- El embajador de la UE en Ecuador, el belga Charles-Michel Geurts, afirmó que todavía no existen las condiciones para que la Comisión Europea pueda exonerar a Ecuador de la exigencia de visados para viajes de corta duración al espacio Schengen.
Geurts reconoció, en una entrevista con EFE, que la eliminación de los visados para ingresar al espacio Schengen (un área de 29 países europeos con libre circulación de personas) fue una meta que se había fijado al llegar en 2020 como jefe de la delegación de la UE pero que no ha podido lograr en su misión de cuatro años que concluirá en agosto.
La exención de visados para viajes de corta estancia al espacio común europeo es una de las grandes demandas de Ecuador, que en su momento no entró dentro del proceso que permitió exonerar de visados a sus vecinos de Colombia y Perú, en 2016.
El diplomático europeo recordó que hubo «una gran ventana de oportunidad a finales de 2022», cuando estuvo a tres días de que en el Europarlamento se votase una moción para exonerar de visados de corta estancia a ciudadanos de Catar, Kuwait, Omán y Ecuador.
El embajador consideró que Ecuador realizó «una ofensiva diplomática extraordinaria hacia los Estados miembros y hacia europarlamentarios» para que su país fuese incluido en la propuesta sobre Catar, en la que originalmente no estaba considerado el país suramericano.
Sin embargo, la votación no se llegó a dar ante la denuncia de un presunto caso de corrupción para esta iniciativa parlamentaria vinculado a Catar.
Esto ha dejado el hecho de que solo Ecuador y otros tres países tienen un proceso abierto por parte de la Comisión Europea de verificación del cumplimiento de los criterios para la exoneración de visados, «pero no hay prisa porque las condiciones han cambiado», dijo Geurts.
«En Ecuador vemos un rechazo de visados de entre 25 % a 30 %. Está subiendo, a pesar de todos los esfuerzos de la Cancillería y de los consulados», lamentó el embajador.
La alta tasa de visados rechazados «es un indicador de posibles intentos de inmigración ilegales, mientras que sabemos que la población ecuatoriana es la segunda que estaba pasando con gran riesgo el Darién para llegar al norte del continente», incidió el diplomático.
El jefe de la delegación de la UE recordó que, «al mismo tiempo, Europa está bajo una nueva ola de inmigración a través del mar Mediterráneo, con países como Grecia, Italia u España que están en la primera línea del frente, y está acogiendo a cinco millones de refugiados ucranianos».
«Significa que la ventana que hemos conocido hace dos años no está tan abierta por el momento. Tenemos que seguir trabajando con la Cancillería para promover los viajes legales, la migración legal hacia Europa y para bajar la tasa de rechazo de visas», concluyó.
Superar las crisis
Por otro lado, el embajador se marcha tras concluir una misión de cuatro años con la confianza en que el país andino podrá superar todas sus crisis en materia de seguridad, gobernabilidad y economía, y con una admiración por la resiliencia que ha demostrado la sociedad ecuatoriana.
Durante su estancia en Ecuador fue testigo del impacto de la pandemia de la covid-19, una ola de protestas en 2022 liderada por el movimiento indígena, la crisis política de 2023 que derivó en elecciones generales extraordinarias, las consecuencias para el sector exportador de la invasión de Rusia a Ucrania, una crisis energética con periodos de apagones y, sobre todo, el auge de la violencia criminal, que ha hecho de Ecuador el país con más homicidios per cápita de Latinoamérica.
«Me voy con una admiración y con una gran confianza (en Ecuador)», manifestó Geurts, quien consideró que «el país tiene los recursos internos para salir de las varias crisis», a las que ha ido entrando una tras otra, sin tiempo para solucionar ninguna.
Recordó que el país «es un socio estratégico para la UE», porque comparte «los mismos valores de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho».
«Creemos en Ecuador. Ecuador merece creer lo mismo y quizás creer un poquito más (en sí mismo), tiene una modestia demasiado grande», afirmó Geurts.
En ese sentido, apuntó que las elecciones generales de 2025 serán «un punto de inflexión» para tener un Gobierno de cuatro años, con tiempo para hacer reformas y atacar las múltiples crisis.
La cooperación internacional «es clave»
«En temas de seguridad, la cooperación internacional es clave», comentó Geurts al señalar que la canciller Gabriela Sommerfeld les trasladó que «el 75 % de la cocaína del mundo transita por Ecuador, y la mayoría va a Europa».
Desde la UE, la cooperación en materia de seguridad se ha concentrado especialmente en fomentar el intercambio de información entre la Policía de Ecuador y la Europol y en aplacar la crisis de las cárceles ecuatorianas, donde entre 2021 y 2023 han sido asesinados más de 500 presos, la mayoría en una serie de masacres por enfrentamientos entre bandas criminales rivales.
Geurts destacó la llegada de oficiales europeos a Guayaquil, cuyo puerto se ha convertido en una de las mayores lanzaderas de cocaína hacia la UE, a lo que se sumará el apoyo al sector privado para un sistema de trazabilidad de los contenedores.
«Estamos a punto de dedicar otros 10 millones de euros. Vamos a alcanzar 20 millones de euros en materia de cooperación de seguridad bilateral», destacó el diplomático europeo, que anticipó un préstamo importante del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la digitalización de la Justicia.
En las cárceles, la UE ha apoyado el desarrollo de un censo penitenciario, así como la formación de nuevos guardias carcelarios con un enfoque en derechos humanos y la separación de presos según su nivel de peligrosidad y no de acuerdo a la banda criminal a la que pertenecían.
Inversiones, «un acto de fe»
El embajador incidió en el despliegue de Global Gateway, la iniciativa de la UE para impulsar inversiones que aceleren la transición energética y la economía verde en el mundo, lo que en Ecuador se ha traducido en fondos para infraestructura, obras de agua y saneamiento, energía renovable, medio ambiente y lucha contra la desnutrición crónica infantil.
Los fondos se han destinado a los gobiernos locales a través de créditos entregados por el banco estatal BanEcuador, que ha recibido más de 300 millones de euros, según señaló Geurts. «Toda esta estrategia de inversiones es un acto de fe en el Ecuador. Es una prueba de confianza. Nadie va a invertir en un país en el cual no tiene confianza», sostuvo.
Geurts también destacó el progreso del comercio bilateral con la UE, que no ha dejado de crecer tras la entrada en vigor del tratado de libre comercio, pese a la pandemia y las distintas crisis.
«Mientras el PIB de Ecuador ha crecido de manera marginal en los últimos años, las exportaciones a la UE han crecido en 51 % (en siete años) y en productos de gran calidad, cantidad y sostenibilidad», destacó.
Editado por Miriam Burgués