Simon Kuper: Oxford se avergüenza de haber sido la cantera del Brexit

Simon Kuper Oxford se avergüenza de haber sido la cantera del Brexit

El periodista y escritor británico-sudafricano Simon Kuper, este sábado en Barcelona, España. EFE/ Marta Pérez

Barcelona (España) (EuroEFE).- El periodista y escritor británico-sudafricano Simon Kuper, autor del ensayo «Amigocracia», sobre la casta política surgida de Oxford, asegura que esta universidad se siente «avergonzada» por haber sido «la cantera de la clase política del Brexit», encabezada por el exprimer ministro Boris Johnson.

Del papel de Oxford en el Brexit, «sin que el profesorado fuera inicialmente consciente de ello», y del inveterado carácter elitista de esta universidad inglesa, que ha formado a la clase política dominante del país en los últimos siglos se ocupa Kuper en «Amigocracia» (Capitán Swing).

En una entrevista con EFE, Kuper señala que, aunque el Brexit tuvo partidarios entre la clase política, «los medios de comunicación y el mundo económico, la gente de la universidad, estudiantes y profesores, fueron mayoritariamente partidarios de quedarse en la UE».

Y añade: «Como fueron los perdedores, hoy sienten una vergüenza en Oxford por haber producido a gente como Boris Johnson, políticos que sabían hablar bien y que utilizaron la retórica aprendida en Oxford para convencer a la población con sus mentiras y fantasías».

Según Kuper, que fue también estudiante en esa universidad en los años 80, justo «cuando se acababan de graduar ese grupo de políticos que acabó dominando Westminster desde los tories para refundar el Reino Unido», en los últimos siete años la prestigiosa institución académica ha estado haciendo «un análisis autocrítico muy fuerte».

El propio autor sostiene que «si Boris Johnson, Michael Gove, Daniel Hannan, Dominic Cummings y Jacob Rees-Mogg (líderes de la campaña de la salida del Reino Unido de Europa) no hubieran sido admitidos en Oxford con 17 años, jamás se habría producido el Brexit» y que Johnson llegara a ser primer ministro fue «un fracaso del sistema británico».

UNA UNIVERSIDAD «CLASISTA»

Describe Kuper la universidad de Oxford como «clasista» y los tories de Oxford, sobre todo quienes fueron educados en colegios privados como Eton, son educados para tomar el poder desde críos».

No en vano, apunta, de los 17 primeros ministros británicos desde 1940 hasta la actualidad, trece salieron de Oxford; Churchill, James Callaghan y John Major no fueron a la universidad y Gordon Brown vivía en Edimburgo, lo que confirma que esta universidad tiene «casi el monopolio» de la clase política de la Cámara de los Comunes.

Al mismo tiempo que Johnson, James Cameron o el líder laborista Keir Starmer, buena parte de la élite de los medios de comunicación también pasaron por Oxford en los años 80: Emma Tucker, que dirige el Wall Street Journal, y su compañera de piso Zanny Minton Beddoes, directora del Economist; así como los editores del Guardian, el Telegraph y el Daily Mail, o el presentador de la BBC Nick Robinson.

Esa «clase alta» convivía con alumnos provenientes de colegios públicos, de clases más modestas, que siempre eran mal vistos por sus compañeros privilegiados.

MÁS DIVERSIDAD Y UNA MAYORÍA DE MUJERES

Aunque algunos de esos tics todavía se mantienen, como la educación estructurada alrededor de ensayos y con contactos casi unipersonales con los profesores, que dan mucha importancia a la facultad de hablar y escribir y menos a los contenidos, en los últimos cinco años «han cambiado muchas cosas, y ahora es una universidad más diversa, con mayoría de estudiantes mujeres».

Eton ha dejado asimismo de ser la cantera preferente, como sucedió durante siglos, y «en los últimos cinco años Oxford ha intensificado la búsqueda de estudiantes talentosos, de diamantes en bruto, en colegios públicos, también en el norte de Inglaterra o entre la gente más pobre» y eso ha influido en que muchos de los alumnos de Eton marchen directamente a las grandes universidades norteamericanas.

Con todos estos cambios y evolución, Kuper se muestra esperanzado en que dentro de 20 años «haya una nueva generación, una nueva élite británica que apueste por el retorno a Europa, y de hecho, los menores de 40 años son mayoritariamente proeuropeos».

Editado por Sandra Municio