Barcelona / Bruselas (EuroEFE).- El socialista Salvador Illa, ganador de las elecciones celebradas el domingo en Cataluña, y el expresidente Carles Puigdemont, líder del independentista Junts, iniciaron este lunes una compleja pugna para presidir el gobierno autonómico, poco después de que el actual presidente en funciones, Pere Aragonés, anunciara que se retira de la primera línea.
Los comicios dejaron una aritmética endiablada, sin mayorías claras, y abrieron un proceso de negociación poselectoral complejo por los vetos cruzados entre independentistas, antiindependentistas, progresistas y conservadores y por la proximidad de las elecciones europeas, cuya campaña arranca dentro de once días, dificultando todavía más los acercamientos entre partidos.
Los ajustados resultados electorales dieron lugar a un día después incierto, en el que la formación del actual presidente, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que fue el tercer partido más votado pero perdió 13 escaños, tiene la llave para decantar el duelo Illa-Puigdemont.
Aragonés abandona la primera línea política
El líder de ERC y actualpresidente del gobierno autónomo catalán en funciones, Pere Aragonès, compareció este lunes para anunciar su decisión de apartarse de la primera línea política y no recoger el acta de diputado tras los malos resultados de su candidatura.
Aragonès toma esta decisión por «responsabilidad y honestidad» y ahora iniciará «una nueva etapa», ya que los resultados propician un «cambio de rasante» en el que el independentismo ya no suma una mayoría parlamentaria en Cataluña y suponen «un giro hacia la derecha«, en sus palabras.
Preguntado sobre los próximos pasos de ERC en la investidura del próximo presidente catalán, Aragonès subrayó que se limitarán a pasar a la oposición, puesto que les toca a PSC y Junts «entenderse y gestionar la situación».
«No estaremos para facilitar una investidura del Partido Socialista de Cataluña (PSC) y no participaremos en operaciones que necesitan del acuerdo entre el partido de Puigdemont y el PSC», advirtió el presidente catalán en funciones.
Per responsabilitat amb el país i amb Esquerra Republicana, avui he comunicat a ERC que no prendré l'acta de diputat i que abandonaré la primera línia política. Inicio una nova etapa amb el mateix compromís, ajudant al país que estimo, per una Catalunya justa i independent. pic.twitter.com/t89NNJp0kz
— Pere Aragonès i Garcia 🎗 (@perearagones) May 13, 2024
Los socialistas solo contemplan un escenario: Illa presidente
A pesar de la renuncia de Aragonès, los socialistas catalanes insisten en que su prioridad es presidir Cataluña con las fuerzas de izquierdas, es decir, con ERC y Comuns (Sumar), que tiene seis escaños, confirmó la portavoz del PSC, Núria Parlon.
Deberá competir con ese puesto con expresidente catalán Carles Puigdemont, que anunció su voluntad de liderar el gobierno regional en una rueda de prensa convocada en Francia, ya que no puede entrar en España desde que huyó tras su intento de declarar la independencia de Cataluña en 2017.
El proyecto de Puigdemont
El ex eurodiputado expresó su voluntad de liderar un gobierno «de coherencia» con los otros dos partidos independentistas de Cataluña: ERC y la CUP, aunque necesitaría inevitablemente la abstención de los socialistas.
La respuesta de estos últimos no se hizo esperar.
«No apoyaremos la investidura de Puigdemont, la ciudadanía ha hablado claro y el independentismo en este momento no tiene una mayoría legítima como para reclamar este Govern encabezado por Puigdemont. Esto le tiene que quedar muy claro a Puigdemont, aunque nos amenace con bloquear la gobernabilidad en España«, dijo la portavoz Parlon.
Hi ha opcions d'anar a la investidura amb una majoria més coherent i àmplia que cap altra i, per tant, anuncio la meva intenció de presentar la meva candidatura. És el moment de retornar a la conversa dins l’independentisme, agrupar aquesta majoria i esforçar-nos per evitar una… pic.twitter.com/K7z8xyPYHi
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) May 13, 2024
ERC tiene la llave
La gran paradoja de las elecciones de este domingo es que la ERC más débil de la última década tiene en sus manos la valiosa llave de la gobernabilidad, para permitir la investidura de Salvador Illa o ayudar a Carles Puigdemont a disputársela.
Quizá sea más una maldición que un golpe de suerte, porque este poder de decisión puede tensar aún más las costuras internas de una ERC que se ve abocada a una renovación forzosa, tras desplomarse en las urnas al pasar de 33 a 20 escaños.
Las consecuencias en la política española
Puigdemont no tardó ni 24 horas en comparecer en rueda de prensa para anunciar su intención de presentar su candidatura a la presidencia de la Generalitat en el debate de investidura.
Para ello, confía en una carambola ahora mismo inverosímil para constituir «un Govern de coherencia soberanista», sumando sus 35 escaños con los 20 de ERC, incluso con los 4 de la CUP (en total: 55 o 59), y esperar a que los socialistas le brinden su abstención, a cambio de su apoyo a la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez.
Sánchez fue investido presidente del Gobierno español con el apoyo de los independentistas, pero los socialistas aseguran que en estos momentos las elecciones catalanas no afectan a la gobernabilidad de España.
El principal partido de la oposición española, el Partido Popular, hace una lectura muy diferente del momento que atraviesa la política española y no descarta que el presidente del Gobierno sacrifique a su candidato en Cataluña y permita gobernar a Puigdemont.
Un panorama incierto que tendrá que aclararse antes del 10 de junio, fecha máxima para constituir el nuevo Parlament.
En los comicios, los conservadores del Partido Popular obtuvieron una gran subida, pasando de 3 a 15 escaños, mientras que la ultraderecha de Vox consiguió mantener los 11 que tenía y la formación independentista islamófoba Aliança Catalana entraba en el Parlament con dos asientos.
A su vez, la formación independentista de izquierdas CUP pasó de los nueve que logró en los comicios de 2021 a cuatro.
Desde Bruselas, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, opinó que los buenos resultados del PSC en Cataluña abren «una nueva etapa» de «mayor estabilidad» que puede ser «muy positiva» para la economía, porque generará «mayores inversiones y mayor crecimiento».
«Desde el punto de vista económico, esta nueva etapa puede ser muy positiva porque un periodo de mayor estabilidad va a generar mayores inversiones y mayor crecimiento en Cataluña y por tanto también en España», dijo Cuerpo en declaraciones a los medios antes de participar en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo).
Editado por Lucía Leal